Aunque estoy agradecida con esta tierra de oportunidades y de trabajo, no puedo negar que vivir en Bogotá me pega duro por el frío, la altura, los trancones, y las diferencias culturales con los “rolos”. Amigos capitalinos: no se molesten, no hablo de personas con nombre propio sino del ambiente en general. Al fin y al cabo, esos muros [...]
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